WILD OAT
ESTUDIO DE CASO
Hombre de 35 años, ingeniero, soltero. Creció prácticamente dentro de la empresa de su abuelo por tradición. Si bien de niño disfrutaba jugando con la maquinaria y contestando llamadas “imaginarias”, sintió que eso definió su rumbo a seguir en la vida.
Ahora, con la presión de trabajo y de la propia familia, se da cuenta que fue dado por hecho de que él asumiría dicha responsabilidad y que nunca se había tomado el tiempo de reflexionar sobre ello.
“Sabe” que quiere independizarse, pero no sabe qué camino tomar, además del miedo a las consecuencias, no sólo de renunciar a una comodidad económica sino también a que le recriminen la decisión. Se siente frustrado ante lo que él siente, no es la vida que le corresponde. Su estado de salud también se ha deteriorado, si no es una alergia son resfriados continuos que lo dejan muchas veces postrado en cama o hasta en el hospital.
El caso lleva más de año y medio, pero las flores que toma con regularidad son Wild Oat para ayudarle a discernir lo que verdaderamente quiere, Pine por sentirse culpable de pensar en dejar el negocio familiar, además del esfuerzo sobre humano que hace para cumplir con lo que se espera de él. Larch por dudar de su capacidad de lograrlo y Vervain por la frustración que siente.
Unos meses después de empezar el tratamiento gana claridad de lo que quiere hacer y de cómo llevar a cabo la transición de un negocio a otro. Entiende que la experiencia ganada le ayudará a crear su propio concepto de negocio y, poco a poco, empieza a arrancar simultáneamente su proyecto. Las alergias y resfriados han mejorado bastante.
Si bien los sentimientos de culpa le siguen acechando, ya no le impiden que invierta su energía en su propio proyecto. Los chantajes que recibe ya tampoco lo hacen doblegarse, sino que defiende su punto de vista y “entiende” que su razonamiento es válido; ha recuperado la confianza en sí mismo.
Alexandra Landgraf, BFRP
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